Al fin pasé la montaña del cringe (70 Tiktoks después)
Un año seis meses y algo cambió para siempre 🌱 .
El sábado 1 de marzo de 2025 — no sé cuándo leas esto, pero quiero que quede constancia — algo cambió en mí.
Tengo un particular interés por identificar el momento exacto en que suceden esos pequeños clics internos. Esas semillas que, sin darte cuenta, germinan hasta transformar todo 🌱.
Ese día participé en #VocesQueInspiran, un evento online organizado por las mujeres de la comunidad WordPress Latam, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Fue un placer ser seleccionada y compartir espacio con líderes latinoamericanas que, con sus experiencias y conocimientos, inspiran a la próxima generación en tecnología.
Ese día también retomé las charlas técnicas. Las había dejado porque el sentimiento de no ser suficiente, me embargaron a tal punto que me puse una etiqueta: “Las charlas técnicas no son para mí, no soy lo suficientemente buena para eso.”
El evento empezó con la transmisión de mi charla. Y justo cuando dieron play, sucedió algo. No puse música (que era mi plan inicial, hasta el turno de las preguntas), sorpresivamente para mí, me quedé escuchándome.
Y mientras lo hacía, me vi con cariño. Me vi hasta con orgullo.
Por cierto, si quieres revivir el evento, puedes hacerlo > Women Day Latam. Me gustaría que me des feedback y disfrutes de las intervenciones de mis compañeras.
¿Qué tiene de extraordinario todo esto? Reconocí que tuve otra actitud, otros pensamientos. Para mí, ese momento, representó un antes y un después.
Y aunque ese cambio se sintió enorme, lo comprendí con más profundidad unos días después, el 8 de marzo, cuando presentamos el IWD Camino x Latam 2025, una iniciativa impulsada por la comunidad Google Women Techmakers.
En uno de los paneles me hicieron una pregunta: ¿Hubo un punto de inflexión en tu carrera en el que sentiste con certeza que estabas dejando huella como mujer?
Esa simple pregunta me hizo frenar, reflexionar y recordar las veces que mujeres - que vieron mis videos - y me escribieron a pedirme consejos sobre mi experiencia en tecnología.
Mi primer video lo subí en Septiembre de 2023. Y aunque ya venía compartiendo otros videos —viajes, principalmente —, en mi cabeza sentía que no tenía el permiso para hablar de temas profesionales, como si no tuviera la autoridad para meterme en esos temas. Otra vez, ¿quién soy yo para hablar de eso?
No tengo el cálculo exacto, pero casi todos los primeros videos y audios los hice a ciegas. Grababa y publicaba, lo que saliera, sin editar ni revisar. No por falta de profesionalismo, sino porque era imposible verme sin atacarme.
En todo este tiempo, desde que empecé, no han faltado los mensajes de admiración:
Y mi respuesta siempre fue la misma:
Algo que me ayudó muchísimo fue conocer la teoría de La Montaña del Cringe. Habla de cómo al empezar algo, es natural sentir vergüenza, sentirte rídicula y probablemente recibir malos comentarios - o los vas a imaginar (la mente es perfecta para inventarse cosas) - pero si continúas subiendo, en algún momento vas a llegar a la cima. Y en ese punto, todo se vuelve más ligero y tienes por delante un nuevo horizonte.
Reconozco que llegué a la cima. Y desde aquí, se siente diferente.
Siendo honesta: muchas de las cosas que he hecho, las hice en piloto automático. Alguna vez mi mentora me llamó la atención porque debo darme crédito, pero a lo que voy con esta idea, es que si todo esto lo logré, sin un enfoque claro, sin una estrategia, siguiendo un impulso, inclusive “todo mal hecho”, me digo: ¡Imagínate el día que lo hagas con intención!
Y sí, cada día, estoy adoptando con más fuerza la mentalidad: “Hecho es mejor que perfecto.”
Porque solo haciendo, es como se mejora. Y solo caminando, se suben las montañas.
Te invito a empezar -o retomar- eso que tanto deseas. Sea cual sea el proyecto. Solo Hazlo. Créeme: llegará un día en que todo lo que hoy te detiene se va a diluir, y frente a ti se abrirá un amplio espectro de posibilidades.
A mí solo me tomo un año seis meses y más de 70 videos en Tiktok.